Nadie se levanta queriendo a alguien y deja de quererlo a la hora de la siesta.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Pero de repente aparece alguien que te dice que tranquilo, que aflojes. Y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas. Te das cuenta de que en la estantería, hay un trofeo de baile entre las botellas de tequila, que está sonando mi canción favorita. Que hoy es martes y trece, y que Rosana se fugaría contigo ahora mismo a cualquier parte del planeta. Cosas pequeñas Claudio, tu hija me enseña a ir despacio. Y eso me sienta bien.
Debemos cometer nuestros propios errores. Debemos aprender nuestras propias lecciones. Debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar y cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado.

Tenemos la mala costumbre de querer a medias, de no mostrar lo que sentimos a los que están cerca, tenemos la mala costumbre de echar en falta lo que amamos, sólo cuando lo perdemos es cuando añoramos. Tenemos la mala costumbre de perder el tiempo, buscando tantas metas falsas tantos falsos sueños, tenemos la mala costumbre de buscar excusas, para no desnudar  el alma y no asumir culpas, tenemos la mala costumbre de no apreciar lo que en verdad importa, y sólo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran.
Que díficil es entender a las personas, saber que les pasa por dentro y por qué llegan  a hacer ciertas cosas...Puede que detrás de una sonrisa haya mil problemas y con ellos otros mil llantos ahogados, y tú no tengas ni idea. O puede que detrás de la cara más seria haya una persona feliz y despreocupada, sin que tampoco te des cuenta. 


- Tengo que decirte algo, tengo que decírtelo ahora,¡Te quiero!, me he enamorado de ti. Y creo que el mundo es un poco menos malo porque existes, siento que quiero pasar contigo...compartir el resto de mi vida y todo eso, las palpitaciones, los nervios, el sufrimiento, la felicidad y el miedo. Quiero... deseo acariciarte a todas horas y quiero cuidar de ti y de tus hijas, e incluso buscarle un trabajo decente a tu marido y comprarte una casa digna que no tenga ruedas.

- Ten cuidado eso suena a clásico enamoramiento...

- Estoy enamorado, clásicamente enamorado, con el clásico marido que está a punto de aparecer y la clásica tristeza que llega cada vez que te marchas con el, las lágrimas, los gritos y todo lo demás...
Dicen que en boca cerrada no entran moscas, que tres son multitud y que donde caben dos, caben tres. Que iban dos y se cayó el del medio, que todo lo que entra sale y todo lo compartido es más divertido. Se dice que hay tres tristes tigres comiendo trigo en un trigal, una aguja en un pajar y ciento volando; y como bien dijo Herodes oídos sordos. Dicen que había tres cerditos y tres casas y que soplando, soplando desnudaron a los tres mosqueteros y los convirtieron en Geishas. Dicen, también, que dos son equilibrio y que con tres la balanza se balancea, aunque no hay mal que por bien no venga, porque más vale prevenir que curar. Sin embargo que más da, si todo lo que sube;baja, todo lo que empieza termina y todo lo olvidado, algún día se recordará.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Ésta eres tú, los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así, nunca te habías visto como… mmm… no sé cómo describirlo, como una de esas personas a las que les gusta la luna o que pasan horas contemplando las olas o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando… o tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así, desafiando el frío, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y te moja la piel. Y notar como la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y... el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen en libros que no has leído… ésta eres tú. Quien lo iba a decir, tú.

viernes, 4 de noviembre de 2011


  • Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas?