Toca abrir los ojos, crecer, darse cuenta de que no siempre uno va a tener todo lo que desea. Que ya no eres un niño sin preocupaciones, que ahora debes tomar decisiones muy importantes. Toca darse cuenta de que tarde o temprano las cosas que uno quiere se le acaban escapando sin querer, y lo único que puedes hacer es dejarlas ir. Toca joderse y callarse. Llorar sin parar y fingir ser feliz. Tirarse noches sin dormir, y comerse la cabeza de una manera impresionante. Intentar hacer todo lo posible por estar bien sabiendo, que por mucho que lo intentes, no lo vas a conseguir.
Ese mundo genial de las cosas que dices, no siempre es genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario