Nadie se levanta queriendo a alguien y deja de quererlo a la hora de la siesta.

viernes, 2 de marzo de 2012

A veces no basta con arrepentirse, no basta con darte cuenta de que si le quieres, de que le echas de menos, porque aunque le estés mirando ya no puedes ir y darle un abrazo. O que te sonría como un tonto y te haga rabiar con sus tonterías, porque me arrepiento de todos los momentos en los que pude estar con él y no estuve, de todas las llamadas que no hice de todos los besos que no le di, porque no soporto el pensar que todo eso puede ser para otra.

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