Nadie se levanta queriendo a alguien y deja de quererlo a la hora de la siesta.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Y de repente todo cambia en una décima de segundo, y te das cuenta que rápido las cosas son capaces de cambiar, y que, dios, ahora mismo mandarías a mil personas a la mierda, o por lo menos ya sabes que será diferente la forma en la que las mires. Y todo por una simple gilipollez, una simple tontería. 
Eso ha hecho que cambie todo, que tu ya seas sólo una simple persona a la que conozco, cuando antes eras algo, creo, más que eso. Lástima.
 

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